* En los últimos ocho días
asesinaron a un alcalde antorchista, abrieron fuego contra varios compañeros
nuestros y otros dos dirigentes han recibido amenazas de muerte
Al Gobernador del Estado de Puebla,
Lic. José Antonio Gali Fayad.
Al Secretario General de Gobierno,
Lic. Diódoro Carrasco Altamirano.
Al Fiscal General del Estado,
Lic. Víctor Carrancá Bourget.
A la opinión pública nacional:
El día de ayer, miércoles 18 de
octubre de 2017, un grupo de malandros comandados por Manuel Valencia y Martín
Gallo, armados con rifles de grueso calibre, cercaron y balearon las oficinas
del Movimiento Antorchista en el tianguis de San Martín Texmelucan, lugar en
donde se encontraban reunidos cerca de 100 antorchistas. El saldo fue de tres
antorchistas lesionados, uno de los cuales recibió el roce de una bala en la
cabeza y otro tiene heridas de gravedad que lo tienen al borde de la muerte.
De
acuerdo con la versión de los testigos presenciales, no hay duda de que nuestro
compañero Tomás Sánchez fue apuñalado en el abdomen por Martín Gallo, un vulgar
delincuente que a inicios de año fue liberado de la prisión. Además, los testigos
ubican a Manuel Valencia, que también ha purgado años de prisión por sus
actividades criminales, y a sus porros más cercanos disparando las armas de
fuego contra la masa de antorchistas.
Este
cobarde ataque contra un grupo de ciudadanos indefensos, que en esos momentos
se encontraba en una reunión de trabajo, es el último eslabón de una larga
cadena de asesinatos, amenazas de muerte, secuestros, torturas y atentados
contra la vida de dirigentes, activistas y humildes colonos del Movimiento
Antorchista en Puebla, y sobre los cuales la Fiscalía General del Estado ha
guardado absoluto silencio que sólo se puede interpretar de dos formas: o
quienes despachan en esa dependencia no saben hacer su trabajo o en algunos
círculos de poder de la Fiscalía y el Gobierno estatal hay complicidad con los
autores materiales e intelectuales de los crímenes y, por tanto, estos últimos
gozan de impunidad absoluta.
No
es la primera vez que comandos armados de Manuel Valencia atacan las oficinas
de Antorcha en San Martín Texmelucan: el día lunes 29 de mayo, a las 3 de la
madrugada, la casa de Aristóteles Campos Flores, líder de la organización en el
Distrito 5 de Puebla, fue allanada por sujetos armados, que huyeron en un
automóvil Jetta color negro sin placas. La investigación por este delito quedó
asentada en la carpeta 8426/2017.
La
agresión de ayer miércoles se da, casi de manera exacta, una semana después del
asesinato del líder antorchista y presidente municipal de Huitzilan de Serdán,
Manuel Hernández Pasión, ultimado por el cacicazgo de la Sierra Nororiental de
Puebla, que es enemigo de la organización de los indígenas y del progreso de la
gente. Tras el artero asesinato de Manuel Hernández, el antorchismo ha
denunciado otras dos amenazas de muerte contra sus dirigentes:
Primera. El
jueves 12 de octubre por la noche, al secretario del ayuntamiento de Cuayuca,
Nibardo Hernández Sánchez, le llegó un nuevo mensaje anónimo: “El martes murió un presidente Antorchista,
casi 9 días de tu fecha, no te podemos lograr te nos escondes y escapas mucho
pero llagará el día. En la sierra norte como el La Mixteca no queremos mas
antorcha! Con camionetas blindadas o no, tu no te escapas ing. Nibardo Basta de
hablar de obras y progreso !Vas a caer! No más antorcha en la sierra norte y
Mixteca! Estás solo, tus perros fieles no harán nada para defenderte, gritas
mucho pero nadie te hará justicia ing. Te dejarán solo Estas solo! Donde está
tu blindada? Fuera Antorcha de Puebla y México, cáncer de este país! Venceremos!
(sic)”. Es necesario recordar que a principios de octubre de 2016, hace un
año, la camioneta en que viajaba Nibardo Hernández Sánchez fue baleada por el cacique
Álvaro Cabrera Alonso y sus gatilleros. Desde entonces, ha recibido cuatro
amenazas.
Segunda.
El día lunes 16 de
octubre por la mañana, mientras viajaba de Amozoc hacia Puebla a una reunión de
trabajo, el líder antorchista Adrián González Ortega fue interceptado por un
comando que le cerró el paso con dos camionetas y le advirtió que su actividad
política en el municipio le costaría la vida. Al día siguiente, “coincidentemente”,
menos de 100 personas pagadas protestaron por la “presencia de Antorcha en Amozoc”;
alguna prensa poblana que se ha dedicado a atacarnos le dio vuelo a la “marcha”
diciendo que eran “ciudadanos” inconformes con nosotros.
Hemos informado los detalles de estas últimas agresiones
a la Fiscalía General del Estado y a quienes el gobierno ha dispuesto como
interlocutores, sin que hasta el momento haya ningún resultado en las investigaciones.
Por tanto, todos los criminales, pistoleros y asesinos, siguen libres. Estos
nuevos ataques dicen que teníamos razón cuando afirmamos que la total inacción
de la Fiscalía General del Estado sobre todas nuestras denuncias alentaba
nuevos crímenes, porque quienes los cometen se sienten protegidos por la
impunidad.
Pero, como lo hemos denunciado, no
son las únicas. Antes de éstas, hemos documentado, sólo desde 2014, un total de
10 crímenes políticos contra nuestra organización en Tulcingo de Valle, San
Jerónimo Xayacatlán, Cuayuca de Andrade y Tecomatlán en la Mixteca Poblana;
Ajalpan, Coyomeapan y Coxcatlán en la Sierra Negra de Puebla; y en la colonia
Balcones del Sur, en la capital del estado. De manera que, en total, suman ya
14 actos criminales.
No se trata de hechos aislados. La
coordinación temporal para realizar las operaciones criminales, el lenguaje que
en las amenazas de muerte relaciona uno y otro evento, el amplio espectro geográfico
de los crímenes que abarca todo el estado y la sistematicidad de todos ellos en
conjunto para generar un ambiente de terror (sobre todo de los últimos cuatro
que han ocurrido en menos de ocho días), dicen claramente que no podemos pensar
que se trata de grupitos de caciques pueblerinos inconexos, sino que a todos
ellos, en todo el estado, los ha unido, con un objetivo común, algún grupo de
poder con bastante dinero, influencias y recursos a su alcance, que está
tratando de frenar, y si es posible liquidar, el avance del Movimiento
Antorchista Poblano, porque la organización de los humildes y su lucha por una
repartición equitativa de la riqueza social afecta sus intereses económicos,
políticos y electorales. Los sicarios y sus amos creen que van a frenar el
crecimiento de Antorcha a balazos; pero se equivocan de cabo a rabo, la pobreza
y la desigualdad en Puebla y en México hacen necesaria y urgente la
organización del pueblo pobre. El crecimiento acelerado de nuestra organización
en los últimos años, en Puebla y en el país, es un reflejo de esta necesidad
histórica.
Nos hemos cansado de pedir
audiencias en las instituciones de justicia, sin que nadie nos tome en serio.
Nos hemos hartado de dar voces de auxilio sin que haya respuestas oficiales
contundentes para frenar esta ola de terror contra los antorchistas poblanos. ¡Ya
basta! Este día, jueves 19 de octubre, miles de antorchistas marcharemos por
las calles de Puebla para pedir justicia y alto definitivo a los crímenes
políticos.
Atentamente,
El Comité Estatal de Antorcha en
Puebla
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